18/9/14

Habla con la almohada

                 

 Hoy día con la tecnología estamos acostumbrados a la rapidez. En pleno  siglo XXI, la velocidad es importantísima, queremos respuestas rápidas en todo y no damos tiempo a reflexionar y pensar detenidamente.


El estrés provoca efectos contraproducentes en la vida de las personas, al mismo tiempo que nos entrenamos adecuadamente para tomar decisiones y responder de forma rápida y concreta. Sin embargo, el aspecto clave está en actuar con diligencia evitando la impulsividad. Actuar por impulso es un hábito que puede traer consecuencias catastróficas porque se fundamente en una conducta reactiva.

Las reacciones instantáneas son respuestas a estímulos y no dejan espacio para la revisión del pensamiento consciente. En otras palabras, esto significa que así como nos pueden suceder eventos y circunstancias de forma inesperada o no, reaccionamos de la misma forma sin dedicar tiempo para evaluar los mejores escenarios.La impulsividad no permite razonar ni calmarse y no trae paz para el espíritu.

Por ello se dice que lo consultes con la almohada, antes de tomar alguna decisión errónea y sin pensar, es mejor dormir y refrescar la mente para poder ver las cosas más claras. Es mejor prevenir que lamentar, así que es mejor pensar las cosas en vez de reaccionar de manera impulsiva y luego arrepentirse. Las buenas decisiones siempre estarán allí, es solo cuestión de que reflexionemos y tomemos esas vías.